1. Compres lo que compras, hazlo localmente. Es bueno para los comerciantes y ahorra energía por que los productos no han tenido que transportarse alrededor del mundo.
2. Evita aparatos que utilizan pilas.
3. Lleva tus propias bolsas cuando vayas a hacer la compra.
4. Compra papel reciclado que no haya sido blanqueado con cloro.
5. Evita el PVC en tu casa. Es tóxico.
6. No compres alimentos modificados genéticamente.
7. Comprueba las clasificación de rating de consumo energético de los electrodomésticos.
8. Comprometete a comer menos carne. La fruta y las verduras necesitan menos energía para producirse.
9. Compra productos que utilicen pocos materiales en su empaquetado.
10. Compra las verduras sueltas, no en bolsas de plástico.
11. Busca productos que se hayan hecho con elementos reciclados.
12. Evita los aerosoles.
13. Utiliza pañuelos de telas en vez de servilletas de papel.
- Greenpeace
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