
Todos los gobiernos deben comprometerse a impulsar una política de buen manejo del agua, donde todos tengan la garantía de poder tener las mejores tecnologías disponibles, equidad, eficiencia y por consiguiente más sostenibilidad.
El control público del uso y de la calidad del agua debe ser potenciada para que todos los ciudadanos puedan participar y se sientan responsables de un mejor manejo del agua.
Loully Pimentel
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